CHURCHILL

Director: Jonathan Teplitzky
Calidad Técnica: Muy buena
Duración: 105 m.

 Winston Churchill es una de las grandes figuras políticas del siglo XX, no sólo de la escena británica, sino también del panorama mundial. En su larga carrera, jugó un papel principalísimo en las horas oscuras en que parecía que las hordas nazis de Hitler estaban destinadas a conquistar la Tierra.

El film que nos ocupa sin embargo pone el foco de la atención en sólo dos días de la vida del premier inglés, las que precedieron al desembarco de Normandía. Y osa componer un retrato donde prima el lado más humano del mitificado Churchill. En efecto, la idea es mostrarle envejecido, y contrario a las ideas con que vienen los aliados americanos con Dwight Eisenhower a la cabeza, de pasar al continente por la llamada playa de Omaha, en una acción que sin duda tendrá un enorme coste en vidas humanas, y donde es crucial la discreción y que la climatología no juegue una mala pasada.

El australiano Jonathan Teplitzky no es ajeno a la temática de la Segunda Guerra Mundial, en 2013 entregó Un largo viaje, que jugaba en dos tiempos con los traumas bélicos de los personajes de ambos bandos por su participación en la guerra del Pacífico. Su humanización del conflicto en aquella ocasión la traslada ahora al alto mando, para mostrar que el liderazgo y la determinación no están reñidos con las dudas y la conciencia de estar siendo relegado a un segundo término, una suerte de humillación, sentimientos que pugnan en el espíritu de Churchill, a quien trata de sostener Clementine, la gran mujer que tiene a su lado. Por parte de los americanos, Ike y otros oficiales, hay una mezcla de respeto al viejo mandatario, y la resolución de hacer lo que hay que hacer. Por eso resultan muy eficaces algunos planos en que los personajes se mueven con el telón de fondo de grandes escenarios, una interesante forma de subrayar los formidable problemas a los que se enfrentan los que dejan de ser simples seres humanos, con sus inevitables limitaciones.

El guión de Alex von Tunzelmann que maneja Teplitzky es delicado, en ningún momento se cae en el dibujo grotesco del protagonista, algo a lo que ayuda la composición que hace de Churchill Brian Cox, imprimiéndole un fuerte carácter a pesar de su edad senil, con un enfoque diferente del que aportaba John Lithgow en The Crown, pero igualmente eficaz. Le respalda un buen reparto, con una convincente Miranda Richardson como su esposa, o el "mad man" John Slattery encarnando a Eisenhower.

Información ofrecida por Ateleus

 

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