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EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE

Bruce Wayne ha retirado su identidad de Batman. Sin embargo, la aparición de un villano llamado Bane pone en jaque a Gotham City y el caballero oscuro se ve obligado a regresar.

Está claro que, para Nolan, se trata de una película de encargo para cerrar la trilogía. No tiene ni el nivel técnico ni el cuidado en el guión ni los juegos de montaje a los que el director nos tiene acostumbrados.

Es una buena película de súper-héroes pero no posee ese estilo inconfundible de las anteriores. Hay, quizá, demasiados personajes y escenarios, cosa que obliga, al final de la película, a cierres apresurados: los policías atrapados, liberados, las manifestaciones que cambian de signo de un plano a otro, subtramas precipitadas, la conclusión simplista de Bean... Desde luego, un malo como el Joker, no es fácil de emular y eso se nota.

Sin embargo, sigue manteniendo un gran nivel en cuanto a la evolución de los personajes principales. Nolan no olvida el acento dramático y las espectaculares escenas de acción, entrelazado todo ello con un buen ritmo que hace que los 165 minutos transcurran siempre en tensión y con fluidez.