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PROFESOR LAZHAR

Tras un acontecimiento violentamente trágico en un colegio, los alumnos de 11 años reciben a un nuevo profesor. Los niños están conmocionados, pero también el señor Lazhar lleva consigo un pasado de violencia.

Película tan concisa como incisiva. Falardeau se introduce en las aulas y va mostrando los diferentes problemas a los que se enfrenta el mundo educativo, pero no con la intención de denuncia, sino como muestra de personajes enfrentados a un sistema que no funciona y hacen lo que pueden: los absurdos de la corrección política, las complejidades políticas y administrativas, las relaciones humanas que se establecen, los inevitables favoritismos, tal vez un atisbo de romance...

Situaciones comunes y cotidianas, alejadas del cuadriculamiento burocrático. Falardeau capta personajes auténticos, con sus inquietudes, sus miedos y remordimientos (impresionante el llanto infantil de Simon que se culpa de lo ocurrido).

Porque en la escuela nos enseñan todo menos lo importante: el afecto, la vida, la muerte. El miedo a hablar de la muerte a un niño. Una película rebosante de humanidad.