aQuilo

COPYING BEETHOVEN

     Anna llega a casa de Beethoven como copista. El compositor, genial, machista, soez, agobiado por el próximo estreno de la Novena Sinfonía, acepta a Anna aunque es mujer.

     Agnieszka Holland parte de una banda sonora que ya es, por sí misma, una obra de arte. Pero eso lo han hecho muchos cineastas sin conseguir la excelencia de esta película. No es sólo la música. Es la iluminación, la fotografía y la arriesgada planificación.

     La secuencia del estreno de la Novena Sinfonía, filmada toda ella con primeros planos descentrados es digna de ser estudiada. No filma un concierto: filma sentimientos. Beetothoven es un bruto pero, a la vez, sus creencias católicas le hacen consciente del don que tiene y de su obligación de dirigirlo a Dios. La música suena pero es distinta para Beethoven, para Anna, para la mujer del coro, para el borrachín de la platea...

     Ed Harris y Diane Kruger resultan sensacionales. El único fallo que se puede mencionar es que al guión le falta un punto de fuerza dramática en la relación entre ambos. Lo demás es un portento, Música y Cine con mayúsculas.

No es una película para el gran público: tiene que gustar la música clásica y asumir ciertas rarezas del montaje y el uso de metáforas visuales. Pero tiene ideas e intensidad.