aQuilo

EDUCAR SUPERANDO DIFICULTADES

         Relato con contenido autobiográfico en el que una madre cuenta con sencillez las dificultades que tuvo que superar para educar a su hijo menor. Es un texto en el que una madre abre su corazón y dónde, velado delicadamente algunas posibles dificultades añadidas, comenta la sensación de la mujer en los momentos de parto, en la crianza de los primeros meses, cuando parece que el desarrollo del niño, Juan, no es el esperado. Las dudas sobre su futuro que ya se perfilan desde que comienza su escolarización, el agradecimiento al apoyo recibido por pediatras, profesores, especialistas, todos aquellos que transmiten esperanza y compañía cuando una madre se enfrenta sola al dolor y quizás a un sentido de culpabilidad, real o enfermiza. El libro rezuma agradecimiento, sentido sobrenatural... y manifiesta, quizás sin pretenderlo, todo lo que una madre es capaz de luchar por sacar a su hijo adelante. Junto a  los toques de humor está el delicado silencio ante situaciones que Juan Pablo II compendió con aquella frase suya: “Todo hombre tiene su dolor y su misterio.” Al hilo de su relato salen comentario sobre los padres que programan a sus hijos los minutos del día, a quienes suplantan la personalidad del niño convirtiéndoles en réplicas de lo que sus padres supieron ser, comentarios sobre el distinto eco encontrado en unos profesionales o en otros, si bien casi siempre omite las referencias a las intervenciones menos afortunadas. Revela muy bien el lado humano de la educación, de la medicina, el necesario apoyo a las madres en los momentos difíciles de sus vidas... Su lectura sirve para entender de una manera más humana la vida.