ENTRE TÚ Y YO
- Libros
- 15 Octubre 2007
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EL AUTOR: José María Contreras, de profesión biólogo, ha dedicado su vida al mundo de las relaciones humanas. Ha participado en la organización y puesta en marcha de cientos de cursos dentro del ámbito directivo y familiar, tanto en Europa como en América.
Está casado y tiene tres hijos.
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En forma de breves capítulos, agrupados en torno a nueve grandes temas, el autor va comentando distintas facetas que intervienen en la relación matrimonial y en algunos casos en el noviazgo. El subtítulo del libro es indicativo de la intencionalidad del autor: Una relación inteligente.
Aparentemente son comentarios hechos como de pasada, sin especial argumentación intelectual, pero que forman un entramado en el que se puede apoyar una relación estable y verdadera. Aprender cuál es el papel de los sentimientos, qué es comunicación y qué son intercambios de monólogos, cuándo hay que cambiar de plano para restaurar la confianza rota, qué papel juega el sexo en la relación de pareja –antes y después del matrimonio- cuál es la razón por la que los jóvenes actuales se resisten a asumir compromisos fuertes y estables... Sorprendería a algunos lectores el contenido de algunas conversaciones entre novios o amigos fuertes. El nivel de desconocimiento del otro con el que algunos llegan al matrimonio es sorprendente; así como lo es el nivel de compromiso adquirido: es una apuesta mínima en contenido y en capacidad de sacrificio por hacerla duradera. Hoy se habla mucho de sexo, pero no se enseña a amar. Es preciso formar a los jóvenes para que sepan optar –si Dios les llama por este camino- por un cónyuge cuyas condiciones de partida hagan presuponer que mantener ese compromiso no va a requerir un heroísmo permanente. En algunos casos las cosas se tuercen –enfermedades físicas o psíquicas, quiebras económicas, etc.- y lo que parecía fácil se convierte en heroico. Pero que no sea porque se tiene la ingenuidad de confundir el amor romántico con el amor matrimonial.
Estas mismas ideas, en la medida en la que las puedan entender, es bueno que las adquieran los jóvenes antes de su primer noviazgo para que no tengan que llegar a lo que le pasó a un antiguo alumno mío: tuvo que romper con su novia porque aunque le dolía hacerlo, intelectualmente se daba cuenta que las posibilidades de futuro eran mínimas. A mi juicio, acertó; pero le costó un buen disgusto dar ese paso.
Entiendo que en los últimos cursos de bachillerato o en la carrera –si es el caso- quien tenga autoridad moral para hacerlo, comente a los alumnos/as estas cuestiones pues a la larga son mucho más decisivas para su felicidad futura que el expediente que obtengan en la carrera; si bien lo uno no quita lo otro.