aQuilo

HABLAR CON LOS HIJOS

     Que educar es una tarea que abarca muchas faceteas se comprueba leyendo este libro. Consta de más de cien epígrafes, agrupados en diez capítulos. Abarca temas como el trabajo, la sexualidad, el consumismo, los valores, la moda, el alcohol, etc. Todas las facetas imaginables en la educación de un hijo.

    Son apartados muy prácticos, con un lenguaje muy asequible, de agradable lectura y apoyados en una sólida base antropológica. Hace sencillo lo difícil y refleja las mil y una situaciones que se dan en un hogar. Trata muchos temas pero, sobre todo, los referidos a la vida cotidiana. El hecho de que el lenguaje sea sencillo y el tono distendido no debe hacernos olvidar el profundo sentido educativo que encierra el libro.

    No es un libro para leer de un tirón, sino por capítulos e incluso por epígrafes. Cada uno de ellos sugiere una reflexión sobre el trasfondo que encierran las situaciones cotidianas. Todos los capítulos traslucen la necesidad de compromiso personal si se quieren lograr resultados educativos. Muchas de sus frases podían convertirse en una cita para un amplio comentario. Una posible síntesis viene recogida en dos ideas de fondo: la primera es que se educa mucho más con lo que se hace que con lo que se dice; la segunda es que los padres deberían dar a los hijos más lo que necesitan que lo que éstos desean.