10 CRITERIOS PARA EDUCAR PERSONAS VALIOSAS

Autor: Cerro, S. y Marquínez, T.
Fuente: CCS

Los autores - Teresa Marquínez y Sebastián Cerro. /// Cerro es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Navarra. Ha sido evaluador del Premio Navarro a la Excelencia, del Premio Iberoamericano y del Club de Excelencia en Gestión. Como owner de Enfoques de Excelencia, S.L., presta servicios de formación y consultoría en temas de Dirección, Organización y Recursos Humanos. Atesora una experiencia de trabajos realizados en más de 150 organizaciones, la mayoría centros educativos. Es auditor jefe y consultor para la certificación en ISO 9001 y EFQM. Ha publicado numerosos libros, artículos y ponencias en congresos nacionales e internacionales.

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     Los autores en diez apartados señalan aspectos básicos para lograr una educación valiosa. Educar la inteligencia, voluntad y sentimientos van directamente al núcleo de la personalidad. Si a eso añadimos una labor para enseñar a vivir en sociedad, usar la libertad de modo pleno y responsable, respetando la justicia en la vida laboral, social, etc. Para facilitar esa tarea, los autores inciden en aprender a usar de forma moderada las cosas y ser señor de uno mismo, dominando las pasiones de manera inteligente y firme, orientando la vida al servicio de los demás con una búsqueda generosa y activa de la verdad y el bien y con un estilo alegre y esperanzado, reflejamos el perfil del alumno y/o hijo que nos gustaría tener. La potencialidad está en la persona cuya educación se nos encomienda. Una parte importante depende del uso que haga de su libertad y de la respuesta que dé a las pautas y orientaciones que sus educadores les transmitan, pero es indudable que si sabemos hacer atractivo el bien y la verdad, vivir de manera acorde a ese estilo educativo no se verá como una carga sino como algo gozoso que nos permite alcanzar una vida plena y gastada al servicio de los demás y abierta al sentido trascendente de la vida. Educar así es algo apasionante, en lo que vale la pena gastarse; renunciar a brillar personalmente para que sean otros muchos quienes adquieran las pautas para desarrollar su personalidad y su vida por cauces valiosos. Hay un dicho japonés que dice que les gusta ver las flores desde atrás. En la cultura japonesa no se busca brillar y lograr un protagonismo personal, sino ejercer un liderazgo de persuasión de forma que sean otros quienes ocupen el primer plano, quedando uno relegado a un discreto segundo plano. Es lo que hacen tantos padres y madres y muchos educadores que nos han ayudado a dar de sí lo mejor de nosotros mismos. El libro conjuga una antropología anclada en la realidad del ser humano y unos ejemplos prácticos que ayudan a poner en práctica esas ideas. Vale la pena hacer una lectura pausada de este libro que Sebastián Cerro y Teresa Marquínez nos brindan.

 

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