APRENDER A DIVERTIRSE

Autor: Espot, M.R. y Nubiola, J.
Fuente: Eunsa

LOS AUTORES - Jaime Nubiola. Profesor de Filosofía, Universidad de Navarra. Director del Grupo de Estudios Peirceanos. Director de Anuario Filosófico. Chairman del International Organizing Committee (IOC).

María Rosa Espot. Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Doctora en Humanidades por la Universitat Internacional de Catalunya.

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      Los autores persiguen un doble objetivo al escribir este libro; por un lado saber cómo se divierten los jóvenes españoles entre los 15 y 22 años así como los motivos que les llevan a esas formas de ocio. El segundo motivo es dar pautas a padres y educadores para ayudar a encontrar modos de ocio mejores. La movida del fin de semana entre la juventud es un fenómeno que afecta a todas las clases sociales y lugares de España; participan de este estilo de comportamiento cerca de un 80% de los jóvenes en esas edades. De ellos, muchos son consumidores de alcohol; algunos hasta coger el punto y otros hasta la borrachera. El consumo de drogas ilegales es menor pero alto. Además, gracias a los abundantes estudios estadísticos publicados y que los autores han consultado, el inicio en el consumo de alcohol es temprano, antes de los quince años así como, con porcentajes más bajos, la iniciación al uso de la sexualidad completa, que se sitúa en torno a los 17 años. Si bien los jóvenes consideran la familia como la institución más valorada, lo que les resulta imprescindible es formar parte de un grupo, no quedarse colgados. La visión del sexo como mera fuente de diversión está muy extendida. A pesar de la inseguridad propia de estas edades, ante el consumo de alcohol la frase más recurrente es yo controlo. El joven busca divertirse por evasión, como forma de socializarse; incluso aunque el consumo de música ha pasado a ser individual, las descargas, el pasarse canciones unos a otros, las redes sociales, el uso del móvil, etc. crea en el joven la sensación de estar junto con otros, de no estar colgado. En la parte final se dan algunas pautas para padres y educadores que pueden servir a la hora de aconsejar o de señalar los límites que no se deben sobrepasar en el ocio de la juventud. La primera parte, al aportar una base estadística fiable y, en ocasiones con datos de varios años, aportan una información que confirma a quienes conocen el mundo juvenil las formas de ocio y la mentalidad que está detrás.

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