¿JUGAMOS CON NUESTROS HIJOS?

Autor: Nines Patino
Tutora aula dos años.
Profesora de euskera.
Colegio Ayalde ikastetxea
Fuente:

Original para sontushijos

Hoy en día vivimos en una sociedad en la que vamos muy deprisa y llena de distracciones, por ello, es prioritario intensificar los tiempos libres para el juego con nuestros hijos, es decir, crear oportunidades para ello.

             Pero no hay  que tomarlo como una obligación sino hacer como los niños, disfrutarlo.

Jugar en familia es la mejor manera de reforzar las relaciones entre los miembros de ésta. A través del juego expresamos emociones, sentimientos, afectos y fortalecemos los lazos de unión entre las personas que participan.

La actividad del juego no solo debe de ser un mero entretenimiento sino que ha de cumplir dos objetivos:

1.                  El juego como principal hilo conductor del amor entre padres e hijos.

2.                  El juego debe de tener una función educativa.

Los expertos recomiendan a los padres dedicar al menos media hora diaria a jugar con sus hijos. Si éstos tienen ocasión de jugar con sus padres, los niños perciben que los adultos les prestan toda su atención y contribuye a construir relaciones duraderas. Hay que tener en cuenta que no es importante la cantidad de tiempo que se brinde sino la calidad de esos momentos. Aunque pueda parecer poco tiempo es suficiente si las actividades se realizan en condiciones adecuadas y si los padres las han pensado con antelación para que éstas sirvan para estimular a los niños.

Por medio del juego los niños pueden expresar su creatividad y desarrollar su imaginación, su destreza manual y sus aptitudes físicas, cognitivas y emocionales de gran importancia para su desarrollo evolutivo. Cuando el juego no es individual se aprende a trabajar en grupo, a compartir, negociar, resolver conflictos y a defender sus puntos de vista.

En las edades más tempranas, el juego es una de las claves para el desarrollo de los niños, éstos no distinguen el tiempo de juego del de trabajo y es recomendable que se realice en compañía de los padres, pero a medida que van creciendo les debemos dejar a los niños su propio espacio vigilándoles y procurando que ellos mismos vayan descubriendo el tipo de juegos que más les gusta.

Es importante implicar el juego en las rutinas familiares que les puedan resultar nuevas como, por ejemplo, ayudándonos a colocar la compra, ordenando la habitación o planteando como un juego el hecho de ordenar sus propios juguetes.

Todos los padres podemos dedicar tiempo para divertirnos con nuestros hijos. El juego, permite compartir valores positivos, redescubrir el mundo, intercambiar información pero sobre todo es la mejor manera de decir a nuestros  hijos lo mucho que nos importan.

Twitter