EL VERANO, TIEMPO DE DESCANSO
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- 15 Junio 2011
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Sontushijos
Una buena planificación del tiempo estival evita un consumo excesivo de las pantallas.
Se acerca el verano, y los escolares se disponen a disfrutar de un merecido descanso. Los pedagogos subrayan la necesidad de que los niños descansen durante el periodo vacacional para desconectar de la rutina y hacer acopio de fuerzas de cara al próximo curso. Sin embargo, también advierten del riesgo que supone para los niños que el verano se convierta en un tiempo de absoluta inactividad, lo que conllevaría un retroceso con respecto a los avances logrados con el trabajo y esfuerzo a lo largo de todo el curso.
El verano da para mucho y no debemos reducirlo a pasar horas y horas de inactividad, sentados delante de la televisión o de otras pantallas. Por eso, la pregunta que nos hacemos muchos padres es cómo podemos ayudar a nuestros hijos a aprender, a aprovechar el tiempo y divertirse durante el periodo estival. Si me lo permitís os traslado una serie de reflexiones:
Es cierto que las vacaciones de verano son mucho más prolongadas en los niños que en los padres si éstos trabajan. Luego la primera pregunta que nos tenemos que hacer es si podemos pasar la totalidad de las vacaciones de nuestros hijos con ellos. Si es así, será bueno planificar un horario con actividades de diversa índole con el triple objetivo de descansar, divertirse y realizar actividades que enriquezcan a nuestros hijos y a la familia.
En ese horario debemos sacar tiempo para que nuestros hijos descansen en casa con un horario más flexible que el del periodo escolar. Este descanso no significa inactividad, sino cambio de actividades. Evidentemente las actividades serán más relajadas: entretenerse con los juguetes que en la actividad del curso no han tenido tiempo de disfrutar, jugar con los hermanos o familiares. Es muy interesante que los hermanos interactúen entre ellos, hablen y aprendan juntos.
Asimismo, es conveniente que los padres organicemos un ratito de su día para que hagan las tareas escolares. La experiencia nos dice que si se dejan para el final, o no se realizan o no son tan efectivas- al no crear el hábito en nuestros hijos de trabajar con regularidad y al no lograr la calidad recomendable-. Hay que enseñar a los niños- también desde casa- a trabajar bien, a reflexionar, a esforzarse, a hacer pequeñas tareas intelectuales en consonancia con su edad.
Otra actividad de ocio que pueden desarrollar en casa es la utilización de la televisión u otras pantallas. Como en el resto de tareas, es buena la planificación. ¿Cuánto tiempo les dejamos con estas herramientas? Obviamente no pueden estar delante de las pantallas todo el tiempo que quieran. A partir de una hora, dicen los expertos que es bueno cambiar de actividad. Es valioso que, cuando decidamos el horario, analicemos previamente los programas o juegos que van a utilizar.
El buen tiempo hace que los niños quieran pasar más rato al aire libre para practicar deportes, jugar en los parques, ir a la playa ola piscina. Es preciso que los padres les facilitemos estas salidas. Del deporte se aprenden una serie de virtudes muy interesantes desde el prisma educativo y formativo, y el aire libre es muy recomendable desde el punto de vista de la salud.
En el caso que no pudiéramos pasar la totalidad de las vacaciones de los niños con ellos, sería bueno analizar alternativas: ¿qué persona es la más indicada para atenderles? Si son los abuelos o un familiar sería bueno que les traslademos también una planificación. Si es una cuidadora, evidentemente, también.
Desde nuestros colegios se organizan unos cursos de verano muy atractivos, con una serie de actividades específicamente diseñadas para los alumnos de Infantil y Primaria que aúnan diversión y el descanso con el refuerzo de los conocimientos adquiridos durante los meses lectivos del año. Es otra buena solución.
Desde los clubes juveniles de cada provincia también se ofertan cursos y convivencias para los alumnos de Primaria y ESO muy enriquecedoras puesto que enseñan a nuestros hijos a aprovechar y a gestionar el tiempo libre, a la vez que les enseñan a compartir con otros niños de su edad el tiempo a jornada completa.
Un buen baremo para saber si hemos aprovechado satisfactoriamente el tiempo durante verano es que baje el consumo televisivo con respecto al periodo escolar. Pero, como siempre, sigue siendo intransferible la compañía de los padres en esta actividad, ya que éstos pueden ofrecer orientaciones sobre determinados contenidos televisivos.