¡SI NO SALE NADA!
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- 18 Febrero 2006
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Sonstushijos
Los niños y los adolescentes ven como natural los modelos que se les plantean.
En ocasiones, al preguntar con cierto tono de sorpresa a un adolescente cómo es que ve una determinada serie de televisión (que el adulto considera inapropiada) la respuesta es: “¡si no sale nada...!” Esto indica por su parte la percepción de que los contenidos sexuales explícitos no son adecuados para él, y por otro lado, la constatación de que –al menos desde su punto de vista- en dicha serie no los hay.
Aunque las escenas de sexo explícito no abundan en las series españolas, se trata de un elemento implícito habitual y que con frecuencias sostienen el peso dela trama.
Por otro lado, los productores y guionistas son conscientes de los riesgos de un producto con demasiado sexo explícito: no se consideraría apto para todos los públicos y podrían perder parte de su audiencia. Manuel Ríos, productor de Mis adorables vecinos, explica su punto de vista : “Intentamos que funcione la imaginación del espectador: insinuar pero no mostrar, porque la serie la ven los niños”. David Sánchez, productor ejecutivo de Siete vidas, declaraba en una entrevista: “no ponemos límites, sólo tenemos en cuenta el horario. En lugar de mostrar a los actores con menos ropa, jugamos con sus problemas sexuales. Puede haber desnudos, pero no integrales”. Sobran comentarios....
Un recurso narrativo muy frecuente es la tensión sexual no resuelta, que consiste en hacer que dos personajes se atraigan irresistiblemente, pero sin que esta atracción culmine (fundamentalmente porque daría fin a una de las subtramas que consiguen una mayor fidelidad). En Los Serrano hay un claro ejemplo de la relación entre Marcos Serrano y Eva, su hermanastra, que da lugar a la trama horizontal con más fuerza desde el comienzo dela serie.
Aunque se procuran evitar las escenas demasiado explícitas, son muy frecuentes las situaciones sensuales, los comentarios y bromas de doble sentido, el presentar como algo completamente “norma” las relaciones precoces entre adolescentes, las relaciones homosexuales, las infidelidades matrimoniales, etc. En Ana y los siete, serie de gran éxito entre el público infantil, la protagonista es una bailarina de strip-tease; al comienzo de esta temporada estaba embarazada pero se desconocía quién era el padre.
En uno de los capítulo de Aquí no hay quien viva, varios adolescentes se burlan de Emilio porque hace más de un mes que tiene novia y todavía no se ha acostado con ella. Los gays y las lesbianas aparecen insistentemente representados en las series, eso sí, siempre de modo políticamente correcto (Diana, en Siete vidas; Mauri, en Aquí no hay quine viva; Macarena Wilson, en Hospital Central, etc.).
El fin de las series de televisión es el entretenimiento. No cuentas teorías, sino historias. Precisamente por esto, su influencia entre el público infantil y juvenil es mucho mayor. Cualquiera que haya tenido una cierta experiencia educativa habrá comprobado que los alumnos retienen con facilidad las anécdotas y los ejemplos, mientras que son más impermeables a los conceptos abstractos.
Eso sucede con las series: dejan de lado las abstracciones y se centran en las anécdotas. Por eso los niños y los adolescentes absorben con gran facilidad los modelos que presentan estas series. Sirvan estos comentarios para que en el seno familiar, con las medidas que se consideren oportunas en cada caso, se sepan poner los remedios eficaces para evitar el daño al que se ven sometidos tantos miembros de la familia.